Todos tenemos un cargador portable dando vueltas en casa hoy en día, pero no todos tienen el poder de carga necesario para acompañarnos durante una jornada de viajes.

Este cargador de Ravpower carga un iPhone de última generación ¡4 veces! y todavía le sobra un poquito. Carga tablets, smartphones y hasta laptops compatibles.

Entre el pasaporte, el boarding pass, la tarjeta de crédito, el DNI, la moneda local y extranjera, y cuanto papel más necesitemos para el aeropuerto, tenerlo todo suelto en la mochila no es práctico.

Antes llevaba todo en un sobre transparente, pero este organizador de documentos me ayuda a organizar todo de forma práctica y, además, segura. Su protección RFID impide que se pueda a acceder a los datos de nuestros pasaportes digitales o tarjetas de crédito contactless sin que nos demos cuenta.

Las «cositas de tocador» son lo que más me gusta de armar la maleta, y lo que nunca me puede faltar en ningún viaje, ¡ni siquiera un viaje de fin de semana!

Probé muchos formatos diferentes, y suelo viajar con una de dos opciones: o una bolsa súper flexible que pueda meter en algún huequito de la maleta, o este neceser que puede colgarse y desplegarse verticalmente, que me resulta más que práctico cuando el baño cuenta con poco espacio.

Si bien amo los productos «tamaño viaje», lo cierto es que son un uso innecesario de plástico, cuando bien podríamos contar con botes o botellitas re-utilizables para llenar con los productos que usamos todos los días, y llevarlos al próximo viaje.

Estas son las que uso yo (aunque las mías son de otro color), y tienen varias ventajas: son súper flexibles (te dejan usar hasta la última gota), la boca para rellenarlas es bien amplia, y tienen mecanismo antiderrames.

Fundamental: son tamaño aprobado por TSA, así que las puedes llevar en el bolso de mano con toda tranquilidad.

Cuando pensamos en empacar, la mayoría de las personas se preocupa por el espacio: que todo entre. Pero al momento de facturar el equipaje, no es la cantidad de cosas en la maleta lo que nos puede causar un problema, ¡sino su peso!

Para asegurarme de nunca pasarme de los 23kg que permiten la mayoría de las aerolíneas para las maletas facturadas, hace muchos años que tengo una báscula o balanza para maletas que uso al armar la valija a la ida… ¡y a la vuelta! Que esas compras y regalitos para la familia no son etéreos.

Del color y material que más cómodo te resulte, y más seguro sea para ti y para quienes viajen contigo.

Recomiendo las re-utilizables, y por supuesto llevar más de una para poder lavarlas y alternarlas durante tu viaje.