Vientos de cambio en la fotografía digital – Parte 1

Qué divertido es jugar con los gatos. Pueden hacer las cosas más inesperadas: Dormir en lugares o posiciones extrañas, reaccionar con saltos insospechados o generar las situaciones más tiernas. Es lindo poder captar la espontaneidad de esos momentos únicos que luego compartimos con los amigos en alguna red social y que desencadena que todos comiencen a subir sus propias fotos y a contar las anécdotas domésticas vividas con sus felinos.

woman

Desde luego, mi gato Stitch es el más consentido de la casa y de todos los animales que comparten mi hogar, es el más fotografiado. Tengo muchísimas fotos de él en mi Smartphone. Porque claro, es el gadget que tengo siempre a mano para captar esos momentos espontáneos e irrepetibles, que automáticamente después ando compartiendo en Twitter. Si me conocen en Twitter, seguro conocerán también a Stitch.

Y allá quedó olvidada mi vieja cámara digital compacta Nikon. Esa que tantas vacaciones me acompañó y tanta arena le limpié.
¿Será que dejó de ser funcional para mis propósitos?

Porque… claro, hasta que voy a buscar la cámara, revuelvo todo, la encuentro, me fijo si tiene batería, si la tarjeta de memoria la tiene puesta o anda tirada sobre algún escritorio o puesta en otro gadget, el gato ya se fue.. o minimamente abandonó la pose graciosa que motivó el deseo de fotografiarlo. Encima, y para terminar de condenar a la pobre cámara, compré una nueva Nikon semi profesional a un competitivo precio de oferta, que me permite ensayar tomas más “artísticas” cuando estoy inspirado o captar desde la última fila -con su super zoom de 26 aumentos- la carita de mi sobrino recibiendo el diploma de la primaria.

Me preguntaba cuándo la usé por última vez. No puedo recordarlo. Y lo peor de todo, lo que más culpa me da es que todavía es un aparato funcional, que toma lindas fotos con lindos colores, buen sensor, genial software y el infaltable asistente para panorama. Pero allí está enfrentando su ineludible y fatal destino: Quedar confinada para siempre dentro de su funda, en su caja original, expuesta al olor a naftalina del interior oscuro de mi placard.

Y pensé si a mucha gente le estará pasando lo mismo. ¿Será que los smartphones son la nueva herramienta “por defecto” para inmortalizar esos momentos domésticos espontáneos y divertidos? ¿Están los smartphones destronando a las cámaras digitales compactas en el campo de las tomas de “entrecasa”?

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Necesitaba la opinión de un experto en la materia. Por eso acudí a Polly Pop, gran fotógrafa y blogger (@pollypop) para saber qué opinaba al respecto y si mis sospechas estaban bien fundadas.

¿Se viene el fin de las cámaras compactas?

Polly Pop: Me parece que lo que la gente busca hoy en día es el compartir imágenes. Todos quieren ver y mostrar, las redes sociales estos últimos años fueron fomentando eso y la llegada de los Smartphones fueron ganando un poco del espacio que tenían las cámaras compactas.

La particularidad de una compacta es que no es necesario saber mucho de fotografía para tomar una foto, son más bien «capturadoras» de momentos y recuerdos. Hoy en día teniendo un smartphone podemos capturar todas esas situaciones y mejor aún, compartirlas con nuestros amigos en segundos, estemos en el lugar del mundo en donde estemos.

Hace algunos meses Annie Leibovitz (que algo sabe de fotografía) dijo que «El iPhone es la compacta de nuestra era«. Y, sin ir más lejos, lo mencionó en primer lugar cuando le preguntaron que cámara compacta recomendaría.

Otro dato más: en Flickr en el top 5 de cámaras que usan sus usuarios para tomar fotos están las principales DSLR, pero curiosamente en el primer puesto ¡Se encuentra el iPhone4! ¿Y las compactas? No hay ninguna.

Una compacta es para sacarle una foto a un hijo, sacar fotos en la playa, en un cumpleaños, en una fiesta, cuando tu gato duerme en alguna pose simpática o para documentar un viaje. Todo eso lo hace una cámara, pero un Smartphone hace eso y además lo pone al alcance de todos tus amigos con un solo «enviar». ¿Qué preferís?

Clarísimo. Es evidente que mis sospechas estaban bien fundadas. El tiro de gracia lo dan los smartphones con dos características que son imbatibles: La hiper-conectividad, permitiéndonos compartir en segundos nuestra foto en cuanta red social o sitio de almacenamiento se nos ocurra  y la portabilidad. Hace muchos años que venimos adquiriendo y arraigando la costumbre de llevar el celular con nosotros a cada lugar que vamos. Ahora en un mismo paquetito, sin necesidad de ocupar más espacio en la cartera de la dama o el bolsillo del caballero, estamos agregando en un mismo gadget una super cámara lista para dejar plasmado en binario y con una calidad que podríamos catalogar como «decente o aceptable» cualquier acontecimiento que sea digno de ser inmortalizado y que se pasee por enfrente nuestro.

Vientos de cambio en la Fotografía Digital – Parte II 

Quiero agradecer enormemente a @PollyPop por su inestimable ayuda y disposición. Los invito a conocerla un poco más, visitando su blog Obturando. Pueden pasar también por su Flickr para ver algunas de sus fotografías.


Comentarios

10 respuestas a «Vientos de cambio en la fotografía digital – Parte 1»

  1. Avatar de Bitacora Economica
    Bitacora Economica

    Pues sí que tiene sus partes ciertas eso que escribes, sin embargo, hay factores que pueden, o que por lo menos a mi pensar, hacer prevalecer una cámara ante un smartphone o celular con una muy buena cámara.

    Vamos a leer la segunda parte para dar un veredicto mucho más acertado.

  2. La mayor parte de la gente en esta parte del planeta tiene un presupuesto limitado, por eso prefiere comprar un smartphone caro que tener dos o tres dispositivos distintos. Yo tengo celular sin cámara y ando siempre con una compacta encima. Y cuando no estoy con la compacta estoy con la reflex. Pero soy un bicho raro, mis cámaras no twittean ni publican en Facebook y por eso ya nadie me pide las fotos.

    El público es caprichoso y las empresas cada vez amplían más las ofertas probando qué quieren las personas. En mi entorno es interesante ver cómo desaparecen las compactas comunes por las todo-terreno, cámaras que resisten golpes, se pueden sumergir y no les entra polvo (ideal para los ceniciosos tiempos volcánicos actuales). Otro segmento en declive son las reflex de entrada por las compactas de lentes intercambiables, un cambio en la industria que resulta muy tentador pero asombrosamente costoso. Y es un problema en Argentina. Si yo viviera en USA probablemente tendría dos reflex, una compacta, un smartphone y una compacta todo-terreno, además de varios sets de accesorios. Pero como vivo en Argentina, me las rebusco como puedo con lo que voy consiguiendo.

  3. Te felicito por tu post.
    Comenzando desde el titulo, hasta la cita de Annie Leibovitz, has sabido transcribir, y explicar a legos, los argumentos e diferenciaciones de aquellos puristas que enarbolan la doctrina de que un teléfono es para comunicarse, no para fotografiar.
    Si bien soy un exigente de la calidad, la cual está mejorando día a día en los celulares, la posibilidad de capturar el momento “Kodak” y la inmediatez que se logra al utilizar un smartphone son los mejores argumentos para certificar que, para obtener imágenes “decentes o aceptables”, los celulares son la evolución lógica de las cámaras compactas.
    Con tu autorización, me gustaría reproducir el texto en mi blog.
    Nuevamente felicitaciones por un texto claro y preciso.

    1. Muchas gracias por tu comentario!! Me siento halagado. Con mucho gusto podés citar la nota en tu blog. En estos días se publicará la segunda parte del post. Te espero por aquí también 🙂
      Un placer.

  4. Por un lado si, ciertos smartphones pueden llegar a desplazar un poco a las compactas… o totalmente en el ámbito que vos decis, ese familiar-amigo-capturar el momento. Pero solo en ese ámbito.

    Para el resto, ese que quiera experimentar, hacer arte, etc. Las compactas todavian sirven por que vamos, nunca lei que un smartphone sacase en raw, tenga flash decente, macro como la gente, etc como la gente 😛 ademas, en término de usabilidad/comodidad, es mucho mas comodo una camara comun y corriente. No esta como hacer zoom deslizando el dedo, por ejemplo =P

    1. Gracias por pasar, tus comentarios no me pueden faltar! 🙂
      Con respecto a lo que comentás, está lista la segunda parte del post, donde vamos a profundizar más sobre esto que mencionás… Stay tuned!

  5. Estoy de acuerdo con el comentario de arriba. Me faltó aclarar que una de las cosas que les está faltando a los smarthphones es un flash decente en sus equipos. Creo que cuando eso se mejore un poco más los teléfonos no van a tener casi nada que envidiarles a las compactas.

    1. Gracias por tu invaluable ayuda en el post 🙂

  6. Avatar de luchobarrios
    luchobarrios

    la verdad que el smartphone va a darle un real tiro de gracia aa las camaras compactas cuando todos incluyan un flash de verdad y no un par de leds que no sirven de nada en medio de una fiesta de boliche de sabado por la noche.

    1. Es cierto, le falta un buen flash. Y también falta un mejor sensor. Digamos que, en la práctica, los celulares no han todavía alcanzado la calidad que se obtiene con una compacta. Pero para los momentos espontáneos, con una necesidad de calidad "decente" están cumpliendo con creces el objetivo que se han puesto: Inmortalizar momentos y compartirlos de forma inmediata. En breve sale la segunda parte del post, asi que mantenete atento, ahí hablaré de otro de los peligros que atenta contra las cámaras compactas.
      Gracias por tu comentario! =)

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