Trabajar desde casa (ya sea un par de días a la semana o a tiempo completo), tiene muchísimas ventajas. Pero con ellas llega la responsabilidad de saber administrar los propios tiempos, y la tentación número uno suele estar presente: tirarse a descansar “solo un ratito”.
Yo, que todavía soy novata en esto de trabajar desde casa, suelo sucumbir a la tentación de la cama o el sillón, así que me pareció interesante compartir con ustedes unos consejos que Manuchis nos cuenta desde su propia experiencia. En su blog pueden leerlos con más detalle, y yo les dejo los que más me sirvieron a mi:
Tomar agua. El agua es muy refrescante y vitalizarte. Prueben y van a ver que después de un trago de agua fresca el cuerpo entero parece más predispuesto a seguir trabajando. Y sin necesidad de acompañar el agua con una cafiaspirina 😉
Hacer ejercicio físico. Si es afuera, renovamos el aire. Y si no, aunque sea hacer un par de abdominales o lagartijas en el mismo cuarto hacen que la sangre circule mejor, llevando más oxígeno al resto del cuerpo, y manteniéndonos despiertos. Ah, y como yapa, llegamos mejor al verano.
Estas dos opciones son bien low-tech, y está bueno implementarlas para equilibrar un poco el día. ¿Y ustedes, qué hacen para no sucumbir a la hora de la siesta?
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