Viviendo en Argentina, muchas veces nos quedamos con las ganas de tener algún producto o gadget que vimos en Internet, y que el correo no entrega o se pierde en el camino -como a muchos nos habrá pasado.
Ante tal situación, si tenemos oportunidad, recurrimos a familiares o amigos que muy amablemente se prestan a hacer la compra en el exterior y traernos los codiciados productos al retorno de sus viajes.
Y al revés le ocurrió a Morgan Friedman y Daniel Karlin, que se vinieron a vivir a la Argentina desde Estados Unidos y extrañaban muchos de los productos que estaban acostumbrados a consumir y que acá no se conseguían. Por eso crearon The MulePool, lanzado como beta pública a fines de Febrero, un sitio donde los compradores pueden listar los productos que desean traer del exterior -no sólo de Estados Unidos- y aquel que desee hacerse unos pesos (o dólares en este caso) extra, se encarga de hacerlo.
Cómo funciona?
- El comprador lista el artículo que desea obtener, qué comisión ofrece para el encargado de hacer la compra (o la mula, como se refieren en el sitio). Un 15% de la suma de esos dos valores le queda a The MulePool.
- Aquel que esté por viajar y tenga ganas de traer algún artículo listado, se contacta con el comprador a través del sitio.
- Una vez que se realizó el acuerdo, el comprador deposita en The MulePool la suma del artículo que pidió, incluyendo ambas comisiones y teniendo en cuenta posibles impuestos.
- Cuando vuelve «la mula» -que debe comprar el artículo con su propio dinero, se encuentran para hacer el intercambio y una vez que se compruebe que esté todo en regla, The MulePool le paga la suma del artículo y de la comisión.
Por supuesto que el comprador se debe hacer cargo de todas las tasas e impuestos correspondientes al llegar al país, eso lo dejan muy claro en sus FAQs, junto con la aclaración de que el sistema obviamente no se puede usar para transportar drogas 🙂
La idea me parece muy buena, nace de una necesidad real y que suelen padecerla nuestros amigos que viajan al exterior. Habrá que ver con el correr del tiempo cómo funciona y si la gente se entusiasma con este sistema o les genera desconfianza.
¿Qué les parece? ¿Ustedes lo usarían?
Vía: The Argentine Post
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