El día de ayer, mientras recorría mi timeline en Twitter, me tope con una noticia que para muchos podría sonar algo exagerada. Quartz realizó una nota comentando la reciente locura que hay en Suiza debido a que el servicio de trenes está teniendo dificultad para mantener su famosa puntualidad, ya que todos los trenes están atrasados 3 minutos en sus horarios, lo que implica que el número de pasajeros que llega a tiempo ha decaído.
Leí a varios haciendo chistes en Twitter sobre lo realmente exagerado y estricto que es la franja de tres minutos para que un tren se considere en tiempo, y si bien no voy decir que no me resulta un poco curioso al menos, no podía dejar de pensar en cómo este tipo de detalles hacen una rueda de sucesos mucho más grande de lo que tenemos en cuenta.
A veces no nos damos cuenta de cómo ciertos detalles, que nos resultan tan pequeños, pueden afectar el desarrollo de un país entero. Ya sea que estén en Londres, en Zurich o en Berlin, imagínense como trabajadores. Se levantan, se cambian, desayunan, caminan hasta el tren, llegan a tiempo a su trabajo. Saben que pueden confiar en tener un horario casi exacto. Idealmente este sería el panorama. En ningún momento se preocupan en si el tren llegaba o no a tiempo, lo que le permite llenar su cabeza con pensamientos positivos, cómo ser más eficiente en su trabajo, lograr una mayor productividad, concentrarse en metas personales, y al final del día, llegar con tiempo para disfrutar de su familia o amigos. Por eso, le doy mi apoyo a cualquier Suizo que se quiera quejar porque su tren llegó tres minutos tarde.
No puedo dejar de pensar en un viejo proverbio:
Por falta de un clavo se perdió la herradura.
Por falta de una herradura se perdió el caballo.
Por falta de un caballo ser perdió el jinete.
Por falta del jinete se perdió el mensaje.
Por falta del mensaje se perdió la batalla.
Por la derrota en la batalla se perdió el imperio.
Y todo por la falta de un clavo en la herradura.
Obviamente no quería entrar en discusiones políticas o comparaciones absurdas con el servicio del transporte público en Argentina en este mini post, no hace al punto al que quería llegar, pero no podía dejar pasar la oportunidad de comentar cómo un detalle tan simple, que seguro muchos dirán que es una obviedad, puede llegar a afectar el crecimiento de una sociedad, incluso el desarrollo de un país.
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