Moda es lo que te queda bien: Gabriel Lage

Hay pocas cosas en esta vida que me estimulen tanto como aprender de cosas sobre las que no sé, y escuchar a verdaderos expertos en el tema abrirme las puertas a un mundo que no conocía y que de pronto puedo vislumbrar con toda su complejidad. Y la semana pasada me tocó nuevamente vivir una experiencia de este estilo en Clubhouse Buenos Aires, donde conocí al diseñador de alta costura Gabriel Lage.

Vestidos Gabriel Lage

Seguramente no sepan que uno de mis primeros trabajos fue en una «boutique» muy exclusiva, así que las telas y el diseño no me son algo completamente ajeno a nivel concepto –aunque sí en mi vida cotidiana. Pero escuchar a gente talentosa contarte cómo es su experiencia en ese mundo es de lo más, más interesante.

Con un loop de videos de vestidos increíbles de fondo (y cuando digo «increíbles» quiero decir realmente espectaculares, de esos que no hay forma que no te sientas la reina del mundo mientras los tenés puestos)  Lage tocó temas como la desaparición de las tendencias en la moda, su concepto de lo que es alta costura y sus inicios en el mundo de la moda.

“La tendencia es que ya no hay tendencias, hoy ‘moda’ es lo que te queda bien y con lo que te sentís cómoda” –dijo el diseñador, y agregó que lo bueno de que no haya una tendencia a seguir es que la crea cada clienta, y ahí es donde entra en juego su creatividad, la de un diseñador que trabaja “con la personalidad de la mujer y no con su cuerpo” y que construye la moda desde su taller de una manera absolutamente exquisita y artesanal. Nos contaba que  “a nosotros nos lleva dos meses y medio hacer un vestido y pueden intervenir en la creación y realización seis personas o más. Eso es alta costura: no que sea un vestido de fiesta, sino cómo está hecho, aunque sea un pantalón”.

Gabriel Lage

También me gustó mucho escuchar sobre la historia personal de Gabriel, a quien uno ve hoy como un diseñador de lujo, pero que empezó desde abajo. Es el tipo de historias que te motivan: “A los siete años volvía del colegio y mi padre, que era sastre, me obligaba a coser. Así aprendí los secretos de la excelencia de un oficio que venía de mis ancestros. Viviendo en Mar del Plata y siendo dueño de una discoteca, en la semana me dedicaba a diseñar, hacía ropa como hobby y lo fui haciendo cada vez más hasta que me quedé solo con eso».

Conversando sobre sus comienzos y cómodamente instalados en el lounge bar de The Clubhouse, los conceptos de Lage coinciden con el entorno: lo bueno y bien hecho sigue siendo valorado. Muy lejos de las tendencias como corrientes más masivas, “ningún vestido se hace dos veces”, aclaró el diseñador.

Me volví a casa con las cosquillas mentales de aprender sobre algo nuevo. Y, sobre todo, soñando con el día en que pueda usar uno de esos vestidos.

ClubHouse Buenos Aires Gabriel Lage


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