La venta de Motorola a Lenovo ¿acierto o error?

Allá por el 2010, HP compraba Palm. Hasta entonces, Palm había estado luchando por permanecer en el mercado móvil de la era post-iPhone. Con un sistema operativo potente, avanzado para la época por su capacidad de multitasking, falló por alguna razón en tratar de reencontrarse con la demanda de la que había gozado en la época de los equipos con teclados y pantallas más pequeñas.

Hoy Motorola parece estar pasando por una situación similar.

Motorola - Lenovo

Tras ser comprado por Google en Mayo de 2012, Motorola guardó sus mejores cartas para la segunda mitad de 2013. Un cambio completo de imagen, y dos equipos más que interesantes: el Moto X, que sorprendió con opciones de personalización y adiciones de software propietario no invasivas; y el Moto G, equipo que supo atraer el foco de atención por superar ampliamente en especificaciones técnicas a otros equipos en su mismo rango de precio.

Pero el Moto X, presentado en Agosto, no alcanzó el número de ventas que la compañía necesitaba; y el Moto G recién está empezando a venderse. Las patentes de Motorola por otro lado, si bien le son útiles a Google, no le representan un margen de ganancia por licencias que justifique los casi 13 mil millones de dólares que costó su compra. A esto se le suma una pérdida de mil millones de dólares anuales de la división móvil, la cual continuó a pesar de la reducción de personal que implicó el despido de aproximadamente 6.000 empleados.

Moto X

Un smartphone que puede interactuar con el usuario sin que haya contacto físico entre ambos, y cuya apariencia puede ser diseñada por el consumidor final antes de su ensamblaje, si no puede venderse en grandes volúmenes, es un gasto. Un portfolio de patentes que solo sirve como medida defensiva, que falla en la obtención de sentencias importantes como bloqueos a la competencia, y que no produce sumas sustanciales en ganancias por licencias, es una pérdida. Si a esto le sumamos gastos en marketing y R&D, parece imposible argumentar que la venta de Motorola haya sido un error.

Pero eso sería mirar solamente el lado económico de la cuestión. La realidad es que el Moto X como equipo, lejos de ser perfecto, fue un gran paso, no solo para Motorola, sino para toda la industria móvil. Con este smartphone, la empresa demostró que el acento podía ponerse en la utilidad, cuando hasta ese momento todos los equipos Android de gama alta se estaban enfocando en tener el equipo más potente. Pusieron en evidencia la estandarización de los equipos blancos o negros, esquema que solo era roto por unas pocas versiones limitadas de smartphones en otros colores como rojo o azul (desde luego, Nokia lo había intentado primero, pero sin éxito).

Con el Moto X probaron que los equipos Android también podían ser simples, que era posible diferenciarse con poco, que un smartphone podía tener identidad propia si el mismo principio atravesaba todas las capas de interacción, desde la carcasa hasta el software. ¿Por qué darlo por perdido, cuando todavía no se cumplen 6 meses desde su lanzamiento? ¿Por qué negarle la posibilidad al Moto G, que tiene la mejor relación calidad-precio entre los smartphones de gama media-baja?

Motorola Moto G

En este aspecto, distinto fue el caso de Palm. La empresa presentaba pérdidas porque no encontraban el modo de vender en los volúmenes que necesitaban. Era cuestión de vender o presentar la quiebra. Sin embargo, Motorola podía contar con el apoyo de Google, que tiene otras fuentes de ingreso, además de ganancias que le permitirían literalmente tolerar las pérdidas de Motorola durante años. ¿Por qué retroceder sobre un proyecto cuando ni siquiera concluyó su etapa inicial?

No es Google el primero en hacerlo. Recordaba al principio del post la compra de Palm por parte de HP, porque justamente la oportunidad otorgada fue igualmente breve: en Febrero del 2011, un año después de la adquisición, HP presentó dos nuevos smartphones y una tablet, los tres equipos corriendo WebOS (el SO propietario de Palm que era especialmente bueno en el multitasking que la competencia no ofrecía). Todavía no terminaba el año y HP ya se deshacía de la responsabilidad de continuar desarrollando el SO, volviéndolo open source, y declarando sus intenciones de cesar la fabricación de equipos con WebOS en lo sucesivo.

¿Por qué desaparece el potencial de una compra ante los primeros resultados negativos? Tanto Google como HP vieron la posibilidad de obtener grandes ganancias con sus respectivas adquisiciones, ¿esperaban acaso que se tratara de un éxito instantáneo?

Equipos HP WebOS

En el caso de HP, uno podría argumentar que no entendieron que era lo que estaba fallando. Palm no había logrado tener éxito con su línea de equipos a pesar de las bondades de su SO, y tras la compra, HP simplemente continuó la misma línea trazada por Palm, literalmente sacando a la venta una versión mejorada del mismo equipo que Palm ya había estado intentando vender sin éxito. Pero ¿qué pasó con Google?

Motorola cambió con la adquisición, pero también Google debería haber cambiado. Desde su perspectiva, no económica sino de programación, adquirir Motorola Mobility fue un testeo que no resultó como esperaban. En un sentido financiero no les convenía, y en fines prácticos tampoco. Las empresas nunca se integraron: Motorola se dejó influenciar por Google, y esta influencia le resultó positiva, ¿Pero que cambio vimos en Google como consecuencia de haber adquirido Motorola? Ninguno.

Google estaba literalmente sosteniendo a la empresa de telefonía, pero sin sacar ningún beneficio sustancial por eso. Lenovo, por otra parte, podría beneficiarse enormemente gracias a la compra. Incluso aunque las patentes y la división de R&D que le dio vida a Project Ara queden bajo la tutela de Google, la empresa china puede lograr la penetración en el mercado americano que no estaba pudiendo conseguir con sus propias ofertas.

Slogan Lenovo

Ahora Motorola cuenta con el apoyo de una empresa que se puede beneficiar considerablemente al tenerla bajo cuidado, y Google pudo estrechar su relación con Samsung, con quien ahora comparte su portfolio de patentes bajo un acuerdo cuyos términos eligieron no dar a conocer.

¿Habrá sido una decisión acertada, o Motorola terminará siendo otro Palm? Personalmente creo que la respuesta la tiene solamente Lenovo, que ya probó ser capaz de aprovechar correctamente la adquisición de otra empresa cuando compró la división de computadoras hogareñas de IBM. Respetaron la línea ThinkPad por lo que ofrecía, y es el día de hoy que continúan vendiéndolas bajo esa marca con buenos resultados. Pero la historia no siempre se repite, y es difícil calcular las reacciones del mercado.

¿Podrá el Motorola de Lenovo tener el éxito que con Google no pudo alcanzar? Cuéntenme sus opiniones en los comentarios.


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